El punto de rocío o punto de condensación es uno de los factores a tener siempre en cuenta a la hora de hablar del ciclo del agua.
Es gracias a él que es posible que el agua presente en la atmósfera en forma gaseosa se condense y regrese a la tierra en forma de lluvia.
¿Qué es el punto de rocío?
El punto de rocío es la temperatura a la que el aire debe enfriarse hasta el punto en que el vapor de agua se condensa en rocío o escarcha.
El vapor de agua siempre está presente en el aire y su cantidad está relacionada con la humedad.
Cuando la humedad relativa alcanza el 100%, el aire se satura y alcanza el punto de condensación.
Es importante señalar que la humedad relativa es la relación entre la cantidad de vapor de agua en el aire y la cantidad máxima de agua que puede existir a la misma temperatura.
Según lo explicado anteriormente, el punto de condensación se produce cuando la humedad relativa copa o alcanza el 100% de la humedad que una masa de aire puede contener conocida como humedad absoluta.
¿Cómo medir el punto de rocío?
Un medidor de punto de rocío debe poder medir la temperatura y el contenido de humedad del aire. A partir de estos dos valores, la unidad determina el punto de condensación.
En pocas palabras, una medición precisa va depender de la temperatura presente en una determinada masa de aire y de la humedad.
Para llevar acabó dicha tarea es necesario utilizar un higrotermómetro,
Un termohigrómetro es un instrumento que mide la temperatura y la humedad relativa en una determinada masa de aire.
¿Cómo es afectado?
La presión de aire o presión atmosférica es uno de los factores que influyen en el denominado punto de condensación.
La compresión del aire aumenta la presión de vapor del agua y, por lo tanto, el punto de rocío.
Es importante tener esto en cuenta si se ventila a la atmósfera antes de tomar medidas.